En este tiempo en que Europa confronta sus valores sobre solidaridad y derechos humanos con las restrictivas normas de acogida que impone a los que llegan a nuestras fronteras, Las noches malas de Amir Shrinyan, escrita por Albert Tola, incide en uno de los aspectos menos divulgados de este conflicto: la exigencia de hacer probar de manera inequívoca su orientación sexual a los homosexuales que solicitan refugio por estar perseguidos en sus países de origen.

Hay en estas Noches malas una mezcla de crueldad y poesía, que impregna las relaciones del protagonista con el resto de los personajes. Porque, junto a la impresión de violencia intrínseca marcada desde el primer encuentro, descubrimos también la delicada fragilidad de los sentimientos silenciados, precisamente para no ser rotos.