Cuando Javier Maqua escribe Triste Animal, en los ochenta, ya parecía posible el regreso a un tiempo traumático aunque filtrado por el espíritu del perdón y pacto de la transición…

El espectáculo es una reflexión crítica sobre el pasado y un homenaje al teatro independiente y los grupos de furgoneta.

En Triste Animal todo está orientado a que el espectador se distancie de la situación con aspectos como la ruptura de la cuarta pared, la introducción de la narración o la introducción de múltiples espacios a través de la fragmentaridad.

La primera parte expone la vida nómada de los personajes y su situación de desesperación. En la segunda, la guerra irrumpe en sus vidas y los obliga a tomar decisiones que precipitan sus respectivos destinos extrayendo de sus carácteres los elementos constitutivos de los conflictos trágicos.

«La obra discurre hacia un destino trágico… relacionable con el propio destino de muchos españoles soñadores que, como Noé, creían en la posibilidad de la neutralidad absoluta ante los acontecimientos extremos (luchas fraticidas, falta de humanidad, avaricia…) de una guerra civil. ¿Hay lugar para la esperanza?»

Inmaculada López Silva.

La Oveja Negra Teatro.

Público: + 14 | Duración: 85 minutos.